JESUCRISTO NOS PRUEBA

PRESENTADO POR: EL SUPERIOR Y ANGÉLICA MATA,
EN SU EXITOSA SERIE DE HISTORIAS REALES. JESUCRISTO NOS PRUEBA, de eso no tengo la menor duda, hoy les compartiré algo real que a mí me ocurrió, y cuando digo real, es porque no proviene de ninguna fuente informativa. No mis amados lectores, Este relato lo viví yo. Pero antes de iniciar reciban todos el más cordial y sincero saludo para cada uno de ustedes y sus seres queridos.
DEUDA SIN FIN PARTE 2 sede su espacio a: JESUCRISTO NOS PRUEBA. Uno de los más impresionantes relatos pocas veces narrados.

Febrero 25 del año 1999, una de las peores épocas de mi vida cuando por cosas del destino fui víctima de la discriminación que se vive en Oklahoma EE.UU. personas de muy mal corazón que sabían mi situación legal llamaron a inmigración y me arrestaron, todo esto me ocasionó enormes gastos en abogados para conseguir que me liberaran pronto y evitar ser deportada. 30,000.00 dólares fue el costo de una firma de abogados quienes prometieron liberarme de prisión en las próximas 72 horas, y exigir se acelerara el proceso de mi legalización que por derecho tenía siendo esposa de un residente legal.

Para conseguirlo un juez me ordenó salir voluntariamente de los EE.UU hacia Guatemala mi país de origen, pero mis abogados me recomendaron viajar a ciudad Juárez, una de las fronteras de México con EE.UU. garantizando mi retorno a la brevedad posible, confiando en su influencia con el consulado de dicha frontera. La historia es grande, y con el mayor gusto la compartiré con ustedes en otro momento, pero hoy, en este espacio, deseo con toda mi alma compartirles que nuestro señor JESUCRISTO sigue vivo, está entre nosotros, es el mismo de ayer, y constantemente nos prueba.
Es obvio que cada vez que nos encontramos frente al necesitado y le brindamos la ayuda necesaria, nuestro padre DIOS está agradado con nuestra conducta y nos bendice en cantidad. Pero yo les aseguro que en ocasiones es el propio Rey de Reyes y señor de señores quien se presenta cara a cara con la humanidad para probar la medida de su generosidad. Esto fue lo que me sucedió en el mes de abril de 1999 cuando yo me encontraba solicitando una visa en el consulado Americano de ciudad Juárez. Era una fila inmensa de solicitantes, de pronto sin darme cuenta de donde provenía, vi un hombre implorando a cada uno de los presentes, una pequeña colaboración con lo que fuese su voluntad, para poder regresar a la ciudad de Durango. El entristecido rostro de aquel humilde caballero quedó grabado para siempre en mi memoria, aún recuerdo el dulce tono de su voz cuando se dirigió a ellos diciendo: Señores, yo iba hacia los EE.UU. de Norte América, pero me sorprendió la migra y me retornaron a esta frontera, ¿serían ustedes tan amables de colaborarme con el pasaje para regresar con mi familia que me espera en Durango? Pero aquellos seres insensibles que no tuvieron compasión del pobre hombre que necesitaba ayuda urgente. Lo único que hicieron fue alzar la Mirada hacia el techo e ignorar la suplica de un semejante que se encontraba desesperado, hambriento y bañado en sudor.
Eso fue lo que la mayoría hizo, por allí unos tres pelones le dieron 25 centavos, pero en su rostro reflejaban lo enfadados que estaban por el supuesto limosnero. Mientras tanto, yo me detuve a observar uno a uno a la manada de tacaños, yo tenía demasiado enojo al ver que nadie se compadecía de la triste situación de aquel hombre sin nombre. Todos los allí presentes jamás supieron su nombre, excepto yo, y aún cuando me llevó varios años descubrirlo, me encuentro feliz al sentirme privilegiada de haber presenciado ese momento tan divino, en el cual fui, la única afortunada de inundarme en un océano de bendiciones.
A continuación: detalles del descubrimiento. Pero para ello tengo que narrarles un poco mas de mi triste odisea con los abogados. Aconteció que fui estafada por ellos, no cumplieron la promesa de retornarme de forma legal a territorio Americano, nunca se comunicaron conmigo. Todo fue un completo engaño, la angustia, desesperación, e impotencia se apoderaban cada día más de mí, continuaba siendo ilegal y no me permitían trabajar. El pánico de salir a la calle por los asesinatos de mujeres, me invadía cada vez más. Un día caminé desconsolada hacia una taquería, sin saber que allí había un bello regalo para mi, allí me esperaba un gran amigo, todos sabemos que la Amistad es el más bello obsequio que el ser humano puede recibir, pero, para encontrar ese Tesoro debemos primero sembrar la semilla.
Y fue justo lo que yo hice, sin imaginar la enorme cosecha que tendría. Al entrar al restaurante me hizo el encuentro un mesero muy amable, de inmediato me asignó una mesa especial, por el traje blanco de seda que yo vestía, el mesero dedujo que era yo una turista muy importante, pero solo DIOS y yo sabíamos el momento tan difícil en el que yo me encontraba. Al terminar de cenar pedí la cuenta, y me disponía a marcharme, no sin antes rendir las gracias al mesero, entregándole una muy generosa propina. El joven quedó sumamente impresionado por la cantidad, en ese instante yo no comprendía el porqué de su asombro, días después supe que fue, porque la mayoría de clientes no acostumbraban recompensar el trabajo de los meseros.
AGUSTIN CORONA, ese es el nombre del Tesoro que yo encontré, de mesero pasó a ser mi ángel Salvador, todo comenzó cuando me hizo un comentario acerca de la silla, en la que yo estaba sentada, dijo que era la misma, que Raúl Diblasio había utilizado un día anterior. Me sentí muy honrada, e iniciamos una conversación, en la que compartimos varias experiencias, y terminé comentándole los motivos que me llevaron a ciudad Juárez. Posteriormente me pidió, lo esperara al final de su jornada, y así lo hice. Mi gran sorpresa fue cuando me invitó, a conocer toda su familia, les habló maravillas de mí, como si me conociese de toda la vida. A partir de ese día nunca más supe lo que eran casas de huéspedes.
Agustín se convirtió en la familia que yo necesitaba, recurrió a grandes amistades que tenía, en el consulado Americano, para ayudarme a obtener una visa, que me permitiese regresar de forma legal a los EE.UU. Lamentablemente para mí, no tuvimos éxito en el intento. El cónsul explicó a mi amigo que seguía a su entera disposición para otorgarles visa a sus recomendados, pero en mi caso era imposible, porque yo debía cumplir la orden dictada por un juez de Oklahoma. La cual consistía en permanecer fuera de territorio Americano hasta obtener un perdón. Motivos personales me obligaban a buscar desesperadamente, la forma más rápida de retornar a los Estados Unidos de América del Norte.
Por las razones ya mencionadas, yo jamás me di por vencida, Saliendo del consulado Agustín y yo organizamos mi regreso al país de los sueños, aún cuando para mi fuese el de las pesadillas. Créanme, es aquí donde ocurre un verdadero milagro, solo bastó conseguir un guía quien por la mínima cantidad de cincuenta pesos mexicanos. Me ayudó a cruzar el canal, y después teníamos que esperar un descuido de la migra para correr y entrar al paso Texas. E aquí la enorme bendición que nuestro padre DIOS me había preparado. Yo no esperé, la migra había desaparecido, excepto los gigantes perros de color negro, eran sus ojos dos brazas encendidas, confieso haber entrado en pánico, al verme en el rojo de sus ojos, pero inmediatamente recordé un pasaje de la biblia donde dice, que cuando Daniel fue lanzado a la jaula de los leones, DIOS cerró su boca y su siervo permaneció sano y salvo.
Era ahora o nunca, yo debía cruzar de inmediato sin perder más tiempo, y pensé, DIOS nunca cambia, él sigue siendo el mismo de ayer, hoy, y siempre por los siglos de los siglos. ¿Porque no habría de ordenar silencio a estos perros, mientras yo su hija logro mi objetivo? Y fue así como una fuerza divina invadió mi cuerpo, y una voz más fuerte que un trueno, me hablaba al oído guiando mis pasos diciendo: de prisa, ahora, corre, levanta el alambrado, sal, camina lento hacia el frente sin mirar atrás, deja los nervios. Obedecí al pie de la letra todas las instrucciones de aquella voz divina y logré mi objetivo. Pero nunca olvidaré el gran susto que sufrí cuando hice mi entrada al primer supermercado que encontré, recuerdo que era un Wal-Mart y allí, justo allí en la puerta de entrada se encontraba la migra.
Sentí desplomarme, en ese instante sudé frio, mi cuerpo estaba hecho de carne sin huesos, era difícil permanecer de pie. Pero DIOS jamás me abandono, él fue la roca que me sostuvo para que no me derrumbase. Recuerdo que aquellos gigantescos hombres vestidos de negro fueron muy cordiales conmigo, después de observarme unos instantes, me saludaron en ingles, yo que había vivido cinco años en Oklahoma, ya sabía contestar en su idioma. Pero aquí no terminaba la lluvia de bendiciones reservadas para mí. Mi entrañable amigo Agustín, envió un taxista con mi maleta, quien me transportó a casa del señor Rigo, un hombre muy bondadoso, él y su esposa recibían siempre con un plato de comida a quienes tenían la fortuna de pasar por su casa. Después de una suculenta cena el señor Rigo, contactó a la señora Judith para que me llevase a la ciudad de Tulsa Oklahoma mi lugar de residencia. La cantidad a pagar era 2,500.00 dólares, yo únicamente contaba con 500.00 en efectivo. Muy segura de sí misma, presintiendo que la señora tendría compasión de mí, procedí a despedirme, enseguida ella me abordó diciéndome: espera, ¿a dónde crees que vas? No puedes irte, no a estas horas de la noche, ¿que piensas hacer? Yo le respondí: buscaré un lugar donde dormir y al amanecer pensaré que hacer.
Aquella dama que en su Mirada reflejaba la bondad, no se hizo esperar y de inmediato me ordenó: de mi casa no te mueves, aquí comes, duermes, y yo voy a conversar con mi esposo para hacer una excepción contigo. Te llevaremos a tu destino, solo te pondré una condición: a nadie le comentes el precio, aquí todos pagan $2,500.00 no importa si es niño. Mostré a la señora Judith, mi más profundo agradecimiento, con la promesa de mantener mi boca cerrada. El grupo de personas que allí se encontraba, comenzaron a interrogarme sobre la cantidad que a mí me cobrarían, yo rápidamente respondía: no tengo ni la más remota idea porque mi precio, la señora Judith y mis familiares lo negociaron, y así todos quedaron satisfechos con la respuesta.
La lluvia de bendiciones para mí continuaba sin cesar. No podía creer cuando me encontraba tomando mi primer baño y descansando en mi apartamento que tanto extrañé, después de pasar las mil y una noches en una de las ciudades más peligrosas de los EE UU. Mexicanos. No hay duda, aquel supuesto limosnero a quien yo ayudé sin pensarlo dos veces, me convirtió en una mujer muy afortunada, llena de privilegios que muy pocos pueden presumir. Estas son las consecuencias de la educación que recibí de mis padres, quienes me inculcaron siempre que no da el que tiene, sino el que quiere. Ser de bajos recursos económicos no es excusa para no ayudar al necesitado, en mi paso por este planeta vi a muchas personas de origen humilde compartir con su prójimo lo poco que poseen.
Siempre escuché a mis padres decir: as bien sin ver a quien y nunca esperes nada a cambio. No regales de lo que te sobra, porque eso no sería una Buena obra. Aparte de las grandes enseñanzas que recibí de ellos y los sabios consejos de mis hermanos, siento que yo nací exclusivamente para repartir amor por donde paso. Mi padre DIOS diseñó dentro de mí un corazón de oro, en donde no hay espacio para el odio, rencor, envidia, avaricia, etc. Si yo fuese rencorosa y de esas personas que generalizan, no hubiese auxiliado al señor de Durango. Tres semanas antes, una joven del mismo lugar con quien coincidimos en la casa de huéspedes, aprovechó mi ausencia para registrar mi maleta, con el fin de apoderarse de mi pasaporte, solo para mostrarlo a la dueña de la casa que de paso era esposa de un policía, eso me ocasiono serios problemas al punto de tener que mudarme de inmediato, porque la señora no quería tener problemas hospedando a ilegales. Conclusión, yo tenía motivos para detestar escuchar el solo nombre Durango, incluso pensar que todos sus habitantes son malos, pero no, yo no soy así, yo soy de las personas que si mi peor enemigo me solicita ayuda, soy incapaz de negarme. Créanme que la joven de Durango, si que era mala, el daño que me causó fue muy premeditada. En una ocasión estando todas las huéspedes en el comedor, ella escuchó cuando la dueña de la casa me preguntó: ¿Angélica, usted tiene visa para permanecer en México? Obviamente después de todo lo que a mí me acontecía, me vi en la necesidad de mentir, y le dije: Si, si señora, pero la joven duranguense estaba poseída por la envidia y no descansó hasta perjudicarme. Era triste ver como ya nadie la aceptaba, tenía un carácter tan extraño que a veces estaba escasa de monedas y cuando yo le ofrecía, inmediatamente se ofendía.
La amargura le brotaba por los poros de la piel, un día la escuché maldecir la hora de su nacimiento, e incluso dijo que quería que el diablo se la llevase. Yo le insistía que la vida es hermosa, que ella tenía un gran Tesoro, el Tesoro de la juventud y un cuerpo completo, todo eso vale más que todo el oro del mundo. Pero nada de eso funcionó. Aun con todo el daño que me hizo, jamás le guardé rencor. Han pasado los años y en mi mente aún sigue vivo el recuerdo del señor de Durango. No es su belleza extrema lo que me impresiona y me hace pensar que se trataba del mismo JESUCRISTO, sino el aroma de su perfume. ¿Que tendría de raro ver un hombre demasiado bello? eso no es una prueba suficiente para deducir que era el hijo de DIOS. Pero lo que si me sorprende y hace dudar, es que una persona que fracasa en el intento de cruzar la frontera, es devuelta a su país, y no tiene dinero, lo más probable es que no haya tomado un baño en varios días, juzguen ustedes!
Todo esto me hizo concluir que aquel hombre alto, rubio, de los ojazos azules, era él, si, él, el que por amor a la humanidad, fue llevado como el más manso de los corderos a la cruz del calvario. Una vez más millones de gracias, por seguirme en historias reales donde ustedes: son los protagonistas. Les espero en mi próxima edición con otro impresionante relato aquí, en www.elsuperior.com donde sus comentarios son bien venidos. También pueden dirigirse a mi correo personal: angelicamata2000@hotmail.com


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